¿Terror? patrio

¿Hay alguien ahí? Pues eso parece, pero la verdad, no estoy seguro de que me interese mucho saber quién es el que está.
Inicio un tanto extraño el de esta entrada, dedicada al nuevo estreno de cuatro, una serie de terror nacional. Precisamente por eso me he decidido a darle una oportunidad a este estreno. Y me temo que la primera impresión ha sido bastante decepcionante.

No os preocupéis que no tengo intención de soltar ningún spoiler sobre el capítulo, tan solo lo comentaré por encima. De todas formas, avisaré si veo que es necesario contar algo importante de lo que ha pasado.

Como decía al principio, el hecho de que una cadena de televisión nacional se atreva con un producto de terror, mas allá de las mini películas emitidas en "Películas para no dormir" (vilmente maltratadas por Tele5), homenaje a las fantásticas "Historias para no dormir" del genial Chicho Ibáñez Serrador, ya era algo de alabar, y solo por eso se merecía una oportunidad.

Para empezar, y para no perder la costumbre en la televisión, el estreno se ha producido con unos 25 minutos de retraso, aunque para resarcirnos tan solo ha habido una pausa publicitaria. Buen punto a favor de cuatro, claro que sí.

La historia nos presenta a una familia que decide comprarse una casa, bueno, una mansión, porque tiene telita la casa. La familia está compuesta por el marido, la mujer y sus 3 hijos, dos chicas (la mayor y la pequeña) y un chico, el mediano. La hija mayor es la buena, la responsable y la guapa, que es bastante maja. La pequeña, pues le ha tocado lidiar con el papel de "niño pequeño que ve fantasmas", como suele ocurrir en estos casos, y el mediano, el gamberrete, el que siempre se mete en líos y no hace mucho caso, pese a que nada mas empezar tampoco lo aparente.

Al principio del capítulo nos muestran una situación en la casa que nos deja entrever el problema fantasmagórico que esconde, y ya en este momento nos damos cuenta del bajo nivel de las actuaciones, porque tienen gracia los gestos del obrero cuando pasa lo que pasa, pero si parecía que estuviese en un teatro infantil o algo así, en plan "uy lo que ha 'pasao', madre mía, como se entere la mama". Y por desgracia no me equivocaba, puesto que el resto de las actuaciones han sido bastante lamentables. Siento decir que hasta la familia de Los Serrano, serie que he odiado con toda mi alma -tampoco tanto-, era muchísimo mas creíble que esta, incluso con todas las cosas bobas que les pasaba. Vamos, si hasta Christian "pasapalabra" Gálvez me ha parecido mas creíble y natural anunciando los tallarines durante el intermedio, y eso es decir mucho. Mención especial para la niña pequeña, que ha conseguido irritarme tan solo con su forma de hablar al perro.

Respecto a los efectos especiales, tampoco podemos decir mucho bueno, aunque bien es cierto que tan solo han sido usados un par de veces, al principio y al final del capítulo. Pero es que han sido bastante pobres, aunque como no creo -espero- que vayan a abusar mucho mas de ellos, tampoco es algo que me sirva para seguir o descartar esta serie.

Por lo demás los personajes me han parecido bastante vacíos, no acabo de verles, y ha habido situaciones un poco absurdas como por ejemplo la escena de casa de la amiga. Aparte que las intenciones de la susodicha se veían a la legua, ha sido una escena un poco rara, no sé, no he acabado de creérmela por lo absurdo de todo. Los únicos mas creíbles podrían ser los jóvenes, que por desgracia hay muchos que se comportan de forma tan estúpida como ellos.

Soy consciente de que no la estoy dejando muy bien, pero aún así le daré una oportunidad la próxima semana, que productos como este necesitan de nuestro apoyo para que, por lo menos, las demás se atrevan a lanzarse a la piscina (ejem) y podamos acabar encontrando productos de verdadera calidad. Aunque espero que mejore, que el resumen del siguiente no me ha dejado muy buen sabor de boca. Veremos si me equivoco.