jueves, febrero 21, 2013

El cruel reflejo


A finales de 2011, la cadena británica Channel 4, de la mano de Charlie Brooker, a quien conocí por Dead Set (miniserie que mezclaba zombis y Gran Hermano) sorprendieron a todos con otra miniserie bastante peculiar. Black Mirror se presentaba en 3 capítulos independientes, con historias que no tenían nada que ver entre ellas pero que compartían un nexo común. Todas estaban relacionadas con la tecnología actual, o mejor dicho, con nuestra nueva forma de comunicarnos. Las redes sociales, la publicidad personalizada y en ocasiones (o cada vez más) intrusiva,...


El primer capítulo, y tranquilos que no voy a spoilear nada, se situaba en una realidad inventada pero muy similar a la nuestra y mostraba el poder que podía tener una red social como twitter. Por supuesto, era algo llevado totalmente al extremo, pero era algo que asustaba porque una situación por lo menos similar sí que quizás podía llegar a pasar. 

El segundo capítulo nos llevaba a un futuro más tecnológico en el que la publicidad y los realities estaban más presentes de lo que podemos imaginarnos. Reconozco que la historia me recordó un poco, por supuesto salvando las diferencias, a cierto capítulo de Doctor Who.

Por último, el tercer capítulo nos volvía a transportar a un futuro más cercano (quizás demasiado) en el que volvían a mostrarnos lo peligroso que puede resultar el uso de las redes sociales, en la que sin quererlo, vamos colgando pequeños fragmentos de nuestra vida.

Muy similar a este último capítulo ha sido el regreso de este espejo negro. Un futuro cercano, tecnología que podría ser una evolución perfecta de la que tenemos (de hecho, si no es por el ordenador que sale o los móviles ultradelgados bien podíamos pensar que estamos en una época similar a la actual) y el peligro, o los beneficios, de las redes sociales.

No quiero desvelar nada del capítulo a los que no lo hayáis visto. Si no lo habéis hecho aún, os estáis perdiendo una historia realmente terrorífica. No es que sea una historia de miedo, o que tenga sustos. Como bien me dijo mi hermano "asusta porque es algo que podría pasar". Volvemos a compararlo con el 1x01. Quizás decir que puede pasar algo así es llevarlo al extremo otra vez (sobre todo si nos centramos en el tramo final), pero sí que es cierto que la primera mitad del capítulo podría llegar a darse.

Es una historia que nos quiere enseñar que los seres humanos, aunque nos empeñemos, no somos capaces de aceptar ciertas situaciones. En ocasiones nos es muy difícil pasar página, y si nos dan la oportunidad de no tener que hacerlo, seguro que la mayoría aceptaríamos, aunque al principio nos resultase algo difícil e incluso aberrante. 

No podría terminar la entrada sin hacer mención al desenlace, si uno lo piensa bien quizás hasta podríamos decir que es predecible. Porque las personas somos así.

¿No has visto el capítulo y por lo tanto no entiendes de lo que estoy hablando? Pues espero que todo lo anterior te motive para ir a verlo. ¿Estás listo para ver el reflejo de este espejo?

viernes, febrero 01, 2013

The Following. Adorando a Poe


¿Es The Following el estreno del año? Pues hombre, a lo mejor tanto no, pero sí que es cierto que, con dos capítulos ya emitidos, estamos antes una serie que no pinta nada, pero nada mal. Y eso, teniendo a Kevin Bacon en sus filas es mucho decir. Que me perdonen sus fans, pero es que tenéis que verle en el primer episodio, da la sensación de que lo grabó sin ganas.


Kevin Williamson, conocido por ser el guionista de las dos primeras películas de Scream o Sé lo que hicísteis el último verano firma esta historia de un asesino en serie obsesionado con Edgar Allan Poe. Ya solo por eso a mi me cae bien (¿a quién puede no gustarle Poe?), lástima que lo use para matar a la gente.

La historia empieza con la fuga del asesino, Joe Carroll (interpretado por James Purefoy, de quien guardo un grato recuerdo sobre todo por su Marco Antonio de la magnífica Roma) y la petición del FBI para que se reincorpore al caso el agente Ryan Hardy (Kevin Bacon), quien logró capturarle la primera vez y que desde entonces está retirado por motivos, de momento, desconocidos. El capítulo da un giro inesperado al final que me ha parecido bastante interesante.


Sin ánimo de querer spoilear mucho (si eres muy sensible a enterarte de cualquier cosa sáltate este párrafo), resulta que Carroll no está solo, sino que se ha rodeado de una red de seguidores que le ayudarán a ir ejecutando crímenes a lo largo y ancho del país. Y así, sin comerlo ni beberlo, nos encontramos con nuestro ya querido patrón de "caso de la semana", con un asesino en cada capítulo al que habrá que ir capturando y que ayudarán a ir escribiendo el capítulo de un libro en el que el héroe es el agente Hardy.

Como he comentado al principio, en el primer capítulo el pobre señor Bacon lo hace rematadamente mal. La escena en la que "entra en furia" y un antiguo compañero le recrimina que ya sabía que pasaría eso me ha parecido tristísima. Por suerte en el segundo ya no se aprecian tanto estos fallos y la trama es lo bastante interesante como para poder dejar ese problema en un segundo plano.

Entre las curiosidades del primer capítulo también mencionar que la agente del FBI Jennifer Mason, interpretada por Jeananne Goossen, quien hizo de agente forense en Alcatraz, es sustituída a partir del segundo por Annie Parisse, quien interpreta a otra agente del FBI experta en cultos religiosos. En la serie lo justifican por permitir ciertas cosas en el primer capítulo (no quiero spoilear). La verdad es que no tengo ni idea de por qué la habrán cambiado. Si lo hizo mal no me di cuenta, estaba anonadado con el pobre Kevin.


Otra de las cosas que me ha sorprendido es la violencia que muestra para no estar en una cadena de cable. La Fox nos ha sorprendido a propios y extraños permitiendo escenas que nos harán apartar la vista en alguna que otra ocasión (sí, estoy hablando de la escena del cuchillo del primer capítulo). No es que sea muy explícita, pero sí que no es el tipo de violencia al que uno está acostumbrado para un canal en abierto. Mención especial a la escena mencionada antes, una con un cuchillo que se produce en el primer capítulo, si lo habéis visto sabréis a qué me estoy refiriendo (es que a mi cuando tocan esa parte del cuerpo me da mucha grimica, qué le voy a hacer). 

Y hablando del primer episodio, en mi opinión se abusa un poco de los sustos, esos de "ahora sale alguien que no te esperas y hago un ¡chan! con la música para asustarte aún más". Por suerte en el segundo capítulo, salvo un momento bastante puntual (y que se puede preveer con bastante antelación) no se vuelve a usar este recurso.

Resumiendo, The Following en un más que digno estreno y haréis muy mal si os lo perdéis. Además, no tenéis la excusa de decir que no queréis verla en versión original, porque el Canal TNT la está emitiendo en nuestro país con apenas una semana de retraso. Así que venga, todos a aficionaros a Poe y a disfrutar de The Following.