martes, enero 17, 2012

El Sherlock del siglo XXI

La semana pasada, en un experimental "Casi Agüesome", estuvimos hablando Mauro, Sunne y un servidor de Sherlock, la serie británica emitida por la BBC. La elección fue debido a que la segunda temporada estaba en emisión (terminó precisamente este domingo) y porque en nuestro país, dos cadenas se repartían la emisión de las dos temporadas existentes. Antena 3 se encuentra con la primera temporada y TNT con la segunda. Y como buenos seriéfilos que somos, no podíamos pasar sin recomendar una de las mejores adaptaciones que se han hecho del célebre detective creado hace ya 125 años por Sir Arthur Conan Doyle.

Si estáis pensando que nos vamos a encontrar a un Holmes con su sombrero característico y su pipa recitando el tan manido "elemental, querido Watson" a su compañero cada 2x3, mientras resuelve misterios en el Londres victoriano, no podéis estar más equivocados. En esta ocasión, el siempre genial Steven Moffat, acompañado para esta aventura del no menos grande Mark Gatiss (entre otras cosas ha escrito alguna de las novelas de Doctor Who), nos dejan en un Londres actual donde conoceremos a los mismos personajes de las novelas pero adaptados a nuestros tiempos. Benedict Cumberbatch nos presenta a un Holmes muy distinto al que podemos estar acostumbrados (y nada que ver con el de la versión cinematográfica). Muy listo, frío, calculador, muy poco sociable y acostumbrado a mirar a los demás por encima del hombro. Suele colaborar con el inspector Lestrade como asesor no oficial, no por ayudar, sino por la satisfacción de resolver casos que la policía no es capaz.

En el primer episodio (cuyo título, "Estudio en rosa", es un homenaje al primer libro en el que apareció el personaje, "Estudio en escarlata") conocerá al que será su compañero, John Watson, fantásticamente interpretado por Martin Freeman (al que veremos haciendo de Bilbo Bolsón en la adaptación al cine de El Hobbit que se estrena estas navidades). Watson es un ex-soldado que tiene ciertos problemas personales debido a su pasado militar. Cuando conoce a Sherlock, acabarán formando equipo y mudándose al ya famoso 221B de Baker Street, a un piso alquilado por la señora Hudson.

Como veis, todos los personajes conocidos se dan cita en esta adaptación puesta al día. Como no podría ser de otra forma, la tecnología forma parte del día a día de los protagonistas. Sms's enviados entre los protagonistas o un blog escrito por Watson en el que cuenta todos los casos que van resolviendo son parte del escenario. Y es que los textos que se van escribiendo aparecerán flotando en la pantalla para que nos enteremos sin problemas de todo lo que pasa.

Las dos temporadas están formadas, cada una, por apenas 3 capítulos. Muy cortas, sí, aunque tengo que avisar que cada capítulo dura la friolera de 90 minutos. Además, cada uno es una historia completa (aunque de fondo se vaya tejiendo una trama central), así que casi podríamos considerar cada temporada como una trilogía de películas.

Una grandísima serie que desde aquí recomiendo encarecidamente.

2 comentarios:

  1. Son tres pequeñas películas que se hacen muy cortas de lo buenas que son.

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  2. O trilogía de telefilmes, mismamente. En todo caso, no podían haber hecho una versión más original (aunque la broma del gorro típico no podía faltar).
    Mark Gatiss debe tener unas cuatro novelas escritas (St Anthony´s Fire, The roundheads, Nightshade y Last of the Garderene). Sus guiones para el Doctor Who no han sido los mejores, pero a cambio, ha sido un genial Mycroft.

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