Sexo, (muchísimas) drogas y (el mejor) rock'n roll

Por fin terminé la segunda temporada de Californication, serie que aunque muchos de aquí no se lo crean, sigo doblada. Y pese a que sigue los pasos de la primera en las cuestiones más morbosas, también es cierto que hay muchos cambios.

Es tontería escribir sin decir nada, y me da a mí que esta entrada sólo la van a leer los que hayan seguido la serie, pero aún así, intentaré que sea una entrada sin spoilers y que si hay alguno, que vaya bien avisado.

Empezando por el principio, donde nos encontramos a un Hank que parece que está deseando terminar con su vida anterior y poder así disfrutar de una vida familiar en condiciones. Sobre todo tras el sorprendente final de la primera temporada, cuando la queridísima madre de su hija decide *SPOILER*abandonar a su reciente esposo tras haberle dado el "sí, quiero".*SPOILER*

Pero la vida para Hank no puede ser tan fácil, y cuando parece que todo va por el mejor camino del mundo, llega la sorpresa y nos descubren que todo acto tiene sus consecuencias. En este caso, algo sucedido en la primera temporada llega ahora para romper de nuevo el camino por el que quería continuar Moody. Esto es algo con lo que Karen no puede lidiar, así que decide que no pueden estar juntos. De nuevo Hank se encuentra con una puerta abierta para su vida libertina, sin embargo no lo ha sido tanto como en la anterior temporada, y ha sido porque en el fondo siempre ha querido volver con su chica y con Becca, su preciosa hijita.

Uno de los grandes, para mí, aciertos de esta temporada, ha sido la inclusión del personaje de Lew Ashby, interpretado por Callum Keith Rennie, al que muchos conocerán como Leoben en Galactica, y que le ha dado el contrapunto que necesitaba a Moody. Pese a ser un personaje infantil en exceso y con más defectos que virtudes, ha tenido sus momentos como fue la cita con Karen, la charla con Becca o incluso su diálogo con Hank antes de empezar el último capítulo.

Por otro lado, tenemos a los graciosetes de Charlie y Marci, que en esta ocasión no me han gustado mucho por el desfase que se han metido, sobre todo Marci. Precisamente estos dos han sido los causantes de que esta temporada haya desfasado tanto, pero alguno tenía que ser el "malo", una vez que Hank quería dejar todo eso atrás.

Como no podía ser de otro modo, el último capítulo nos ha dado un giro más. Cuando crees que todo ha terminado, siempre tiene que aparecer algo que haga que todo el mundo de los protagonistas de una nueva vuelta de tuerca, la cuál puede ser para bien o para mal, y en este caso sabremos para dónde va cuando estrenen la ya confirmada tercera temporada (confirmada en lo créditos finales)

Una temporada que me ha gustado, aunque reconozco que no es una serie para estómagos sensibles y en más de una ocasión nos hemos visto tentados de dejarla. Sin embargo, el querer saber si Hank va por el buen camino nos hacía seguir tras él, y como la otra vez, no me arrepiento de haberla visto entera. Seguro que la tercera también la veré. No en vano, es la serie con la mejor banda sonora de toda la televisión.